sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Cuándo lo decidiste?

Me lo puedes decir, no me enfadaré y lo sabes. Lo que pasa es que me molesta que no me hallas tenido en cuenta a la hora de tomar la decisión. ¿No crees que es un poco egoísta por tu parte? Así de un día para otro decides que no te puedo saludar, que ni siquiera puedo dedicarte una sonrisa, ¿qué se te pasa por esa cabeza tuya? No lo entiendo, yo que hago el esfuerzo por olvidarlo todo y ser tu amiga o algo así, tú llegas y tomas una decisión absurda. ¿Por qué no podemos hacerlo? Vale que somos los dos complicados y nuestra historia nunca tuvo un principio de verdad, ni un argumento que se sostuviera y mucho menos poseyó una visión de futuro buena, pero porque si yo estaba dispuesta a empezar una historia nueva, sin sentimientos de por medio ni oportunidad de acabar dañada, tú ni siquiera eres capaz de mirarme cuando te hablo. No me entra en la cabeza, ¿no muerdo sabes? Creo que se te a olvidado o simplemente nunca lo aprendiste.
Ahora decides que no merezco ni siquiera decirte hola y preguntarte que tal te va, ¿se puede saber que ha pasado? Nunca llegué a entenderte del todo pero definitivamente ahora me he vuelto tonta porque no comprendo nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario